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Documentales con alma: historias reales que dejan marca
Hay historias que no caben en un tuit ni en un vídeo de treinta segundos para Instagram. Historias que necesitan aire, mirada y tiempo. Historias que, cuando las cuentas bien, dejan huella. En la Chincheta siempre hemos tenido claro que la comunicación es mucho más que hacer ruido. Se trata de conectar, emocionar y dar sentido. Por eso, desde hace un tiempo, hemos dado un paso adelante: dar sentido. Por eso, desde hace un tiempo, hemos dado un paso adelante: creamos y producimos documentales.
Menos anuncios y más historias reales
Vamos mucho más allá del “vídeo corporativo”. Creamos relatos con alma. Es la diferencia entre explicar lo que haces y mostrar por qué lo haces. Yeso, amigos, es lo que hace que un público te recuerde. En laChincheta creemos que las marcas, las instituciones y los proyectos necesitan menos anuncios y más historias reales. Menos humo y más personas. Y el documental es la herramienta perfecta para lograrlo.
Del documental estratégico al social
Y es que el formato documental encaja perfectamente con nuestra forma de entender la comunicación (y también la vida): porque es honesto, parte de la investigación, porque no engaña y porque pone a la persona en el centro. Tanto si hablamos de una institución, de una empresa o de una asociación, detrás siempre hay personas con historias que vale la pena contar.
Y aquí es donde entra nuestra mirada chinchetera: hacemos documentales para dar visibilidad a aquellas realidades que están ocultas. De modo que no solo queremos que queden bonitos en pantalla, sino que queremos que sirvan para transformar, para reforzar una identidad o para generar confianza.
El documental social es, quizá, la máxima expresión de este compromiso. Nos permite poner el foco en aquellas historias que a menudo quedan en segundo plano: comunidades invisibles, causas silenciadas o luchas cotidianas que merecen ser contadas. Son relatos que no solo informan, sino que también despiertanempatía, generan conversación y pueden inspirar cambios reales.
En laChincheta entendemos el documental social como un puente entre las personas y los retos de nuestro tiempo. Porque cuando una historia se cuenta con honestidad y sensibilidad, deja de ser “su problema” para convertirse en“nuestro problema”. Y ahí es donde la comunicación deja de ser un simple altavoz para transformarse en una herramienta de cambio y de impacto colectivo.
Historias que ya hemos contado
Esto de hacer documentales, no nos lo hemos sacado de la manga. Ya hemos tenido la oportunidad de poner nuestro sello en proyectos publicitarios muy diferentes:
· Proyecto “Gent gran sense ficció” para el Ajuntament de Palau Solità i Plegamans: un proyecto donde el objetivo era poner en valor a las personas mayores de Palau Solità, y demostrar su valentía, en tiempos de COVID. Ver proyecto →
· Proyecto “Joves fora de sèrie” para el Ajuntament de Palau Solità i Plegamans: En este caso, se trataba de romper los mitos y críticas hacia el colectivo más joven y mostrar sus facetas más positivas, en tiempos de COVID. Ver proyecto→
· “La memòria dels fogons”: una campaña premiada que reivindica el valor de la memoria a través de la gastronomía popular . Relato y emoción en estado puro. Ver proyecto →
· Vacunación infantil para Fundación ”la Caixa”:no es un documental puro, pero lo respira. Trabajamos con imágenes reales y un tono narrativo cercano para dar fuerza a un mensaje de salud pública. Ver proyecto →
Producciones propias
Además, de coquetear con el género del documental en nuestros proyectos publicitarios, también nos atrevimos a lanzarnos a la piscina y producir de manera independiente el largometraje Moz and I, una historia contada en formato documental que nace de nuestra pasión por la música:
Moz and I:nuestra primera producción propia, un relato íntimo y entrañable sobre cómo la música puede salvar nuestras vidas. Ver proyecto →
La comunicación que deja marca (también en pantalla)
Así que lo de convertirnos en productora de documentales es el paso natural para nosotras. Venimos del relato y la estrategia, y ahora los llevamos al audiovisual con la misma obsesión de siempre: hacer quelas historias importen y que provoquen un cambio en la sociedad. Así que, si tienes una historia que merece la pena contar, nosotras tenemos cerebros, cámaras y ganas de llevarla a la gran pantalla. ¿Nos la cuentas?


